Parte II – Neid
Para cuando acabe de escribir esta historia y todo lo que ella implica, me habrás conocido más de lo que yo llegué a conocer alguna vez. Es increíble cómo funciona el subconsciente humano, te hace dar cuenta de cosas que no sabías y te hace ver más allá de la realidad. Tal vez el día a día es algo habitual y es este pequeño golpe de brisa que nos da algo nuevo de qué hablar.
¿Te acuerdas de mí Urita? Ayer murió. Me sentí muy triste, sentí que todo se me iba de las manos y simplemente no podía dejar de pensar en que ya no la tendría a mi lado. Si tan solo hubiese sido más precavido y no le hubiese gritado, no se hubiera asustado y por ende aún estaría aquí a mi lado. La extraño, era una Urita excepcional, fiel, me hacía sonreír, le hablaba de cualquier cosa, podía caer en un río de putrefacción y deshechos, aún así, me reía de lo que había pasado. Amo a mi Urita, era la representación de la magnífica realidad de este sombrío sueño, que me hacía vivir dentro de esta sociedad que no tiene más que problemas y personas con cara de cualquier cosa menos de ellos mismos.
Pasábamos horas haciendo cualquier cosa y no nos aburrimos. Mi Urita era genial. Esta historia es más trágica de lo que parece, pero no te desesperes, te diré que, por ahora, aunque las cosas parezcan un caos y todo este mal, tengo la esperanza de acabar esta narración dejándote una sonrisa en tu corazón. ¡Hey, soy un buen poeta! creo que nunca te lo dije, no es importante. A veces salgo con uno que otro párrafo que sorprendería a cualquier persona, algunas veces para bien o para mal. Creo que esta tercera parte te mostrará que aún después de tanto tiempo y ver tantas cosas pasar, aun en estas épocas donde los sentimientos son cuentos de hadas que se escriben para esperanzarse a los que aún viven, aún en estos momentos en donde todo parece perdido, aún hay más por vivir y des-afortunadamente, aunque cualquiera que escuchara las cosas por las que la humanidad ha pasado diría que ya no vale la pena sentir dolor, aun se siente y con más ganas de lo habitual.
Neid es un gran chico, hoy lo vi jugando con algo que solíamos ver en las televisiones hace muchos años, incluso recuerdo que se celebraban a nivel mundial cada determinado tiempo. Sin embargo, no lo vi solo, lo vi con la nieta de la viejecita que se la pasaba en la esquina. ¡Está viva! Sentí un gran alivio al saber eso, aunque el amor este en escasez en estas épocas, aún mantengo viva la llama del recuerdo y a través de ello es que aun mantengo la cordura. Se llama Murik, ella era una chef reconocida a nivel mundial, fue el primer chef en ganarse las 6 estrellas debido a su talento y su hermosa forma de ser. Creo que de todos los que conozco, ella fue la persona que más duro le dio esta situación. ¡Vamos! pasar de ser la mejor chef del mundo y tenerlo todo, a estar comiendo lo que se encuentre en el piso y vivir en la decadencia en la que vivimos, debe ser un cambio del cielo a la tierra… espera, ya no tenemos cielo, jejeje... pero así se decía antes. ¡Te dije que tenía buena memoria!
No ha perdido la magia y su encanto, por lo menos en el ámbito de la cocina y el día que la volví a ver me ha preparado una gran cena. Me ha comentado que debido a la escasez alimenticia, tuvo que salir en búsqueda de algo para poder alimentar a Truni, su nieta, pues quería darle algo mejor o por lo menos disfrazarlo para que no se diera cuenta de la situación en la que estamos. Murik es una excelente abuela, lástima que su hija haya preferido irse de viaje y justo cuando lo hizo, se tropezó con una roca, cayó a un precipicio y aun cuando su cuerpo quiso seguir luchando, bastó con que otra roca le cayera encima, aplastandola y acabando con su vida. Creo que, siendo un poco desalmado y realista, se puede decir que la hija de Murik vive en el estómago de muchos, bueno, que vive en alguna parte del cuerpo de muchos.
Les dije que hoy Neid y Truni estaban jugando juntos. ¡Fue maravilloso! me sentí muy conmovido con lo que estaban haciendo y como lo estaban haciendo. Me han sacado varias risas y muchos buenos momentos. Qué gran chico es Neid, me impresiona la capacidad que tiene para poder ver lo mejor de cualquier situación y aun cuando le haya pasado lo que le pasó, nunca dejará de tener un espacio en mi mente.
Por cierto, la semana en donde celebramos la destrucción de nuestra raza, vendrá Narschi y creo que, por primera vez en mucho tiempo, estoy emocionado por ver si se revela y nos muestra de una vez por todas quién o qué es. Para esa semana creo que Murik preparará un banquete y creo que celebraremos a lo grande. Siempre ha sido una reunión común y corriente. Nos sentamos, hablamos sobre lo que está pasando, comemos y finalmente nos retiramos. El hecho que venga Narschi lo hace algo nuevo y por lo que vale la pena darnos un lujo mayor. Solo sé que espero que Murik no se le dé por preparar filete de Urita, aunque sea un plato muy exquisito para algunos, no me encuentro en la capacidad de comerlo. Amo a mi Urita y me hace falta su compañía.
Cuando le daba de comer era bastante divertido, simplemente era como un juego de supervivencia, me acercaba con tal cautela y cuando podía, me hacía a un lado para que disfrutara de su bocado. Las Uritas no comen mucho, no lo necesitan, después de todo su mayor fuente de alimento es el aire que nos rodea. Viven del dióxido de carbono. ¿Les había comentado que por más jodidos que estemos, aún buscamos nuestra propia muerte? Son ellas las que nos proveen de un ambiente para sobrevivir y aún hay gente que busca comérselas. Tal vez merecemos estar como estamos y hay que aceptarlo.
En todo escrito siempre debe haber un sentido para describir las cosas, pero ¿Qué sentido tiene escribir lo que no tiene sentido tratando de darle sentido para estar dentro de las convenciones en las que se fundamentan las reglas básicas de la realidad? no se puede y más porque por más sentido que le quiera dar a esto, voy a tardar en hacerlo y creo que me volveré loco.